EN HOMENAJE A JULIA Y LOLITA

Hoy, los miembros de la Camerata vienen desde Talavera de la Reina, Arenas de San Pedro, Piedralaves, Fresnedilla, Cenicientos, Santa María del Tiétar, San Martín de Valdeiglesias, Villa del Prado, y, como no, de La Adrada. Ha pasado por la Camerata casi un centenar de músicos y cantantes. Insisto, no somos profesionales. La mayoría del coro entra sin saber leer una nota de música. Pero aprenden rapidísimos a base de mucho esfuerzo y estudio.

Y, es en este escenario que os quiero presentar a Julia y a Lolita.

JULIA entró en el coro en el 2010. Entró cuando estábamos preparando El Mesías de Handel. Llevábamos preparándolo desde enero y ella entró en septiembre. Yo la avisé que iba a ser muy duro y si quería esperar hasta enero para incorporarse. Pero me dijo que lo iba a intentar. Y, así lo hizo. Completamente perdida, musicalmente hablando, en los primeros ensayos… pero, allí estuvo orgullosa, cantando El Mesías tres meses después. Fue un bautismo de fuego.

Y, LOLITA… Lolita venía de un mundo de muchas actividades, era un torbellino sin parar. Al principio, no era constante en los ensayos, pensaba que esto era una cosa más informal. Pero ella misma se dio cuenta y, a pesar de su gran vida social, priorizaba el poder cantar con la Camerata, como lo fue el Concierto en El Tiemblo.

Lolita tenía a toda la familia en Madrid (estamos hablando de un marido, hijos, nietos y hasta bisnietos), su marido Ángel tenía revisiones médicas y optó por volver a Madrid después del concierto. Y Julia, ella había sobrevivido a un ictus en el 2020 y estaba en rehabilitación, andando con un andador. Volvió a la Camerata este septiembre para montar este concierto. Y, en el último ensayo general, apareció sin andador. Decía que se encontraba muy bien. Y el concierto de El Tiemblo fue su primer concierto después de 2 años. Estaba tan feliz…

Julia y Lolita representan la esencia de la Camerata: eran mujeres jubiladas, tenían la vida resuelta, hijos crecidos y disfrutaban de sus nietos. Decidieron apuntarse a un coro y descubrieron que podían hacer la música que jamás pensaron que podrían hacer en la vida. Decían que el estudio les mantenían ágiles de mente y que, ante todo, habían encontrado un gran grupo de amigos. Su otra familia.

Porque, por encima de cualquier logro musical de la Camerata Cantábile, recordando que somos amateurs, está la calidad humana de la agrupación. Quizás, porque nos metemos con obras de gran envergadura, se ha creado un equipo, un tipo de familia, que estudia juntos y se reúne a tomarse cosas. Celebramos los cumpleaños de cada uno, hemos cantado las bodas de hijos… Han sido invitados a los bautizos de mis hijas, a la comunión de mi hija Naomi (Lolita me hizo el arreglo de su traje de comunión). Fue un miembro de la Camerata quien encontró a Julia caída en el suelo de su casa cuando sufrió el ictus. Y, esta amistad, esta conexión especial, se mantiene aunque alguien se vaya de la Camerata. Todavía se ven entre ellos, siguen en el chat de Whatsapp. Y durante los funerales de Lolita y Julia, acudieron muchísimos miembros, tanto en activo como no.

Uno no escoge su familia – donde tú naces es una lotería y tanto Julia como Lolita tuvieron la suerte de nacer y formar dos familias estupendas. Pero, en el transcurso de la vida, uno va formando una segunda familia – esas amistades tan estrechas que uno sí escoge. Y allí, nosotros tuvimos el honor y el privilegio de ser escogidos como esa segunda familia.

Nadie, de los que están aquí delante, tiene ninguna necesidad de pertenecer a la Camerata. Es una actividad gratuita, y es un hobby para todos sus componentes, inclusive yo. Lolita y Julia estuvieron en El Tiemblo, porque QUERIAN, DISFRUTABAN. Y, con eso nos tenemos que quedar.

Imprimí los programas de mano antes de las vacaciones. Por un despiste mío no están incluidos los nombres de mis trompetistas. Pero, siguen en el programa de mano, los nombres de JULIA Y LOLITA. No quise cambiarlo. Porque hoy, sé que están aquí.
SÉ QUE VAN A CANTAR CADA NOTA CON NOSOTROS.

Y, seguirán estando con nosotros, en cada miembro de la Camerata…

¡¡¡SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES!!!

Vídeos y fotografías: Yolanda Jaime Omedo, Federico Garcia Sierra y Camerata Cantábile