Requiem Aleman. Obras de Bach, Haendel, Mozart, Schubert, Mendelssohn y Brahms

Concierto de SEmana Santa- Camerata Cantabile

Como cada año, la Camerata Cantabile – coro y orquesta del Valle del Tiétar, ofrecerá su tradicional Concierto de Semana Santa con una hermosa selección de obras referentes a la Pasión y Muerte de Jesucristo. En esta ocasión, el enfoque será en obras de compositores de la escuela alemana (y austriaca) como: Bach – Haendel – Mozart – Schubert – Brahms y Mendelssohn.

Los conciertos se celebrarán en las siguientes localidades:

  • Sábado, 8 de abril, Iglesia de San Martín Obispo, San Martín de Valdeiglesias a las 20:00h – Concierto organizado por el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias.
  • Viernes 14 de abril, Iglesia de El Salvador, La Adrada a las 20:00h.
  • Sábado, 15 de abril , Espacio Escénico La Piedad, Lerma  a las 20:00h.

 

Programa

Réquiem Alemán:
(Obras de Bach, Haendel, Mozart, Schubert, Mendelssohn y Brahms
dedicadas a la Pasión)
La Camerata Cantabile es una agrupación de La Adrada y otros pueblos del Valle del Tiétar compuesta por un coro de unos 25 voces mixtas y una orquesta de cámara de unos 10 músicos. El programa que se interpretará es:
♫ Cantata 61 – Nun komm der Heiden Heiland – J.S. Bach (1685-1750)
♫ Oratorio El Mesías – G.F. Haendel (1685-1759)
– Behold the Lamb of God
– Surely, He hath Borne our Griefs
♫ Réquiem – W. A. Mozart (1756-1791)
– Dies Irae
– Rex tremendae majestatis
– Confutatis maledictis
♫ Stabat Mater (El Pequeño) – F. Schubert (1797-1828)
♫ Ein Deutsches Requiem, Op. 45 – J. Brahms (1833 – 1897)
– Wie lieblich sind deine Wohnungen
♫ Hoer mein Bitten – F. Mendelssohn (1809-1847)
♫ Salmo 42 – F. Mendelssohn (1809-1847)
– Wie der Hirsch schreit

 

Sinopsis de repertorio

El concierto se inicia con una obra de Bach. Las cantatas de Bach son consideradas las mejores del género. Se interpretará la Cantata BWV 61 Nun komm, der Heiden Heiland (Ven ahora, Salvador de los gentiles), compuesta en 1714. Seguidamente, se interpretarán dos coros del Oratorio El Mesías de Haendel – Behold the Lamb of God (He aquí el Cordero de Dios) y Surely, He hath borne our griefs (Verdaderamente, Él cargó con nuestras penas). Compuesto en el verano de 1741, es la obra magna de Haendel y representa la vida de Jesucristo y su significado según la doctrina cristiana. Estos coros están incluidos en la segunda parte del Oratorio – dedicado a la Pasión, la Resurrección y la Ascensión de Jesucristo.

De Haendel, pasaremos a otro prodigio de la música clásica: Mozart. A la edad de tres años, tocaba el piano y compuso su primera obra a la edad de seis años. Murió mientras componía su Misa de Réquiem del cual interpretaremos tres números: Dies Irae, Rex Tremendae y Confutatis. Mozart utiliza esta música para expresar, por un lado, la ira de Dios en el juicio final y por otro, el terror de la humanidad ante su mortalidad.

Dejando atrás los ejemplos del barroco y del clasicismo, nos adentraremos ahora en el romanticismo con el lirismo inconfundible de Schubert. Su Stabat Mater (El Pequeño), compuesto en 1815 recrea los versos sobre el sufrimiento de la Virgen María durante la crucifixión de Jesús. Tanto en su duración como en su formato musical, el Réquiem Alemán es la obra más grande y extensa de Brahms y es considerado como una de las obras más bellas de la música sinfónica-coral. Basado en textos alemanes de la Biblia de Martin Lutero, se asemeja más a un oratorio. El Réquiem de Brahms es un Réquiem de esperanza y consuelo para los supervivientes dolientes a un fallecimiento Interpretaremos el cuarto movimiento – Wie lieblich sind deine Wohnungen (Qué dulces son tus moradas).

El concierto finalizará con dos obras de Mendelssohn. La primera obra, O könnt ich fliegen wie Tauben dahin (Quién me diese alas como de paloma), está basada en el Salmo 55 que refleja el temor del Rey David y suplica a Dios su protección de sus enemigos. La segunda obra, del Salmo 42 – Wie der Hirsch schreit (Cómo busca la cierva corrientes de agua) fue compuesta por Mendelssohn en 1837 durante su luna de miel. Mendelssohn llegó a decir de su salmo que “es la mejor obra sacra que he compuesto. Es un trabajo que estimo y valoro por encima de mis otras composiciones.”